No sería una exageración comparar lo ocurrido en la última temporada con los sucesos más trágicos y estremecedores vistos a lo largo de la historia. La matanza del oso fue cruel, implacable y sin refreno tal la Leyenda Negra o el bombardeo de Pearl Harbor. En la historia de la Kasu League no se vio una derrota tan absoluta desde la incorporación de los antiguos de-Sastres el año pasado. Tengo que confesar que mencionada hecatombe fue de lo más inesperado teniendo en cuenta la gran calidad individual de los jugadores úrsidos. Siendo objetivo, la gran carencia de los Kodiaks fue la completa falta de química y cohesión. De los Manolos poco se puede decir. Un equipo creado desde cero, sufriendo y mejorando juntos hasta llegar a la cima. Si hay algo del cual se les puede reprochar de los Manolos es la carencia de clase de algunos de sus supuestos jugadores de banquillo ( los que nunca tocaron bola), o mejor de dicho, animadoras. A parte de eso, grandiosos.
Pero hay algo más. En la última jornada no solo murieron osos, sino también los sueños del can alfa de los Underdogs de acabar primeros de tabla de la temporada regular. El jugador más “querido” y más “añorado” de Kasu, Notorious Alien, parece que pecó de asar al conejo sin haberlo cazado antes, tal arrebato de un jugoso trozo de hueso de la boca de un perro en el último momento. Como llevo diciendo desde que comenzó la temporada regular, Alien es sin duda uno de los mejores jugadores en enfrentamientos individuales (de ahí su liderazgo en anotación). Pero cantar victoria con antelación constantemente sin haberla obtenido desemboca en dos resultados. O cumples con lo cantado y te conviertes en una estrella, o no se cumplen tus predicciones y quedas como un histrión. Quizás el muy merecido título de MVP de la temporada regular le sirva de consuelo al implacable Notorious, pero sabiendo de su carácter extremista en lo competitivo, es muy probable que él esté tremendamente disgustado con el desenlace final de la temporada.